Cada lado de la carta muestra el mismo objeto con un pequeño cambio… ¿Serás capaz de detectarlo el primero? Las cartas se extienden sobre la mesa y en cada turno, uno de los jugadores le da la vuelta a una de las cartas, mientras los demás no miran. El resto de jugadores deben encontrar qué objeto es el que ha cambiado. Desarrolla tus habilidades de observación y tus reflejos en este divertido y bonito juego para los peques de la casa, ¡con el que podrán disfrutar también los mayores!