Juego preescolar educativo cuyo objetivo es construir correctamente con las piezas de madera los modelos de las cartas en función del flotador y las pelotas que tienen que ser visibles en la carta desafío escogida. La caja sirve como base del juego y hay que ir colocando las piezas según indica la tarjeta; estas tarjetas tienen un nivel progresivo en dificultad, tres en total, y varían ya que se van eliminando pistas sobre la colocación de las piezas. Juego autocorrectivo ya que cada desafío tiene en su dorso la solución para que los pequeños puedan comprobarlo solos. Además se puede jugar individualmente resolviendo cada uno de los desafíos o con más jugadores en el que los niños competirán entre ellos